LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

LA COMEDIA NEOCLÁSICA

LOS TEATROS EN MADRID EN EL XVIII



  MAPA INTERACTIVO

Teatro Español de Madrid

El antiguo corral del Príncipe fue autorizado por Felipe II en 1565 como edificio para la representación de comedias.​ En 1582, la Cofradía de la Pasión adquirió el espacio en el que actualmente se sitúa el actual teatro Español, en la calle del Príncipe, y el 21 de septiembre del año siguiente quedó inaugurado el corral de comedias. La estructura original cambió en 1735, año en que el arquitecto Juan Bautista Sachetti en colaboración con Ventura Rodríguez, iniciaron las obras de un nuevo edificio que terminaron diez años después para convertirse en el nuevo Teatro del Príncipe. En 1783, la Cofradía lo vendió al Ayuntamiento.
A lo largo del siglo xviii contó con su propio grupo de seguidores, los Chorizos, enfrentados a los Polacos, los mosqueteros del Teatro de la Cruz. ​El 11 de julio de 1802  se incendió,​ por lo que no pudo utilizarse hasta cinco años más tarde, al concluir las obras dirigidas por el arquitecto Juan de Villanueva.

Uno de los teatros más importante de la ciudad de Madrid es el actual teatro de la Cruz, antiguo corral de comedias. En el siglo XVII, considerado uno de los más importantes de su época, existía en este lugar un corral de comedias propiedad de la Hermandad de la Soledad. En el siglo XVIII su mal estado de conservación obligó al ayuntamiento a reformarlo, transformándolo en un teatro moderno con capacidad para 1500 espectadores. Las obras fueron encomendadas al arquitecto Pedro de Ribera, y fueron acometidas alrededor del año 1743. Durante el siglo XIX surgió una corriente fuertemente crítica con la arquitectura de Ribera, y concretamente contra el Teatro de la Cruz, lo que llevó a que en el año 1849 fuera declarado oficialmente “oprobio del arte” mediante una Real Orden, siendo ordenada la demolición. De todas maneras la demolición no se produjo inmediatamente y el teatro volvió a abrir sus puertas en 1850, para volver a ser cerrado entre 1852 y 1857. Finalmente, fue derrumbado en 1859 y lo único que queda de este antiguo corral de comedias, es una pequeña placa conmemorativa que se sitúa en la confluencia de las calles Espoz y Mina y Cruz.

La afición de Felipe V por la ópera italiana sirvió de pretexto para la construcción del último gran corral, los Caños del Peral, así llamado por levantarse en un solar cercano a los lavaderos construidos en 1542. Sirvió de albergue a las compañías italianas en los primeros años del siglo XVIII,fue renovado hacia 1713 y convertido en el primero de los teatros de planta italiana levantados en la plaza de Isabel II en 1737, que se mantuvo en pie hasta 1817.

En la historia teatral española del siglo XVIII existieron dos bandos de aficionados, enemigos acérrimos entre sí, conocidos como “chorizos” y polacos”. Los chorizos eran los del Teatro del Príncipe y llevaban, como identificación,  una cinta dorada en el sombrero. Su nombre nace en 1742 cuando el actor Francisco Rupert “Francho”, debía comerse en escena unos chorizos. El encargado de ponerlos se olvidó y Francho empezó a gesticular, a dar voces y a protestar con tanta gracia, que provocó carcajadas entre los espectadores y tuvo que repetir la escena en días sucesivos.

Los polacos eran los mosqueteros del Teatro de la Cruz y llevaban una cinta azul. Su nombre proviene de un fraile trinitario, conocido como Padre Polaco, que controlaba las compañías y los repertorios de este teatro.